Depuración Corporal

¿Por qué es necesario depurarnos?

Desintoxicación del organismo

Introducción a la biología de la salud y la enfermedad

Tanto un cuerpo sano como un cuerpo enfermo, poseen unos rasgos biológicos que los diferencian. La biología de una célula sana y de una enferma es diferente y lo mismo podemos decir de los tejidos, órganos o sistemas orgánicos.

Retorno a la salud

Primeramente, se identifican los factores perturbadores, que en definitiva disminuyen la efectividad del sistema inmunológico. Luego, se estimulan todos los sistemas orgánicos de eliminación para expulsar los elementos tóxicos que se han acumulado en el cuerpo y que bloquean la energía auto curativa del organismo. Se mejoran la calidad de los fluidos orgánicos, se potencian la función renal, hepática y digestiva, se realizan drenajes y se mejora el tránsito intestinal. También se reponen aquellos elementos faltantes o insuficientes en el organismo.
Después de proceder a desbloquear y de interferir aquellos elementos que bloquean la circulación de la fuerza vital, y por último, libre el organismo de agentes tóxicos, le ayudamos recuperar su propio equilibrio energético fortaleciéndola frente a posteriores agresiones, mediante la utilización de diversos métodos naturales.

Para entender lo que ocurre a nivel biológico es necesario comprender antes el SISTEMA BÁSICO DE PISCHINGER (S.B.P.)
En 1966 el embriólogo austriaco Alfred PISCHINGER descubrió la importancia del papel regulador del tejido conjuntivo o conectivo (matriz extracelular). Hasta entonces se le consideró como un simple tejido de relleno y sostén, pero Pischinger descubrió que en él se realizan las funciones básicas más elementales de la vida, tales como el intercambio de agua, de oxígeno, de electrolitos, la regulación ácido-alcalina, así como todo lo referente a los sistemas de defensa inespecíficos.
Este líquido baña todas las células sin excepción, es el medio del cual éstas extraen sus nutrientes y al cual eliminan sus toxinas producto del normal metabolismo.
El S.B.P. recibe diversos nombres y conviene familiarizarse con ellos, se lo conoce como:
Tejido conjuntivo
Tejido conectivo
Tejido medio
Mesénquima
Matriz extracelular

Antes de Pischinger se creía que los capilares arteriovenosos acababan dentro de la célula, pero eso no sucede realmente así. Como vemos en la imagen el sistema arterial/venoso, que es el que transporta el oxígeno y los nutrientes, no está conectado directamente con la célula, sino con ese “mar interno” llamado matriz extracelular o S.B.P.
Los nutrientes que lleva la sangre, deberán atravesar la matriz extra celular para llegar a la célula. A su vez, los desechos tóxicos de la célula pasarán a través de la misma, para ser absorbidos por el capilar venoso (desechos tóxicos menores) o vasos linfáticos (desechos mayores) y posteriormente retornarán a la circulación.

De esta forma, la nutrición y desintoxicación de la célula, deberá hacerse a través del S.B.P. y si éste sufre alteraciones por procesos de toxicidad, la nutrición y la desintoxicación de las células se verán severamente alteradas.

Cuando el S.B.P. empieza a cambiar su estructura, a consecuencia de la presencia de sustancias tóxicas, se producen cambios en su composición gelatinosa, convirtiéndose en una especie de engrudo, donde la transmisión eléctrica del sistema nervioso comienza a sufrir alteraciones que implicarán que las señales que recibe la célula son incorrectas.

Así mismo, el resto de las células empezarán a sufrir trastornos que hemos clasificado con el nombre genérico de “enfermedades”. Por consiguiente, el S.B.P. el tejido medio o conjuntivo, no solamente es el tejido de relleno, como si se tratara del cemento que une los ladrillos de las células, sino que lo debemos considerar como uno de los sistemas más importantes del organismo, ya que mantiene el equilibrio y la homeostasis del organismo.

A medida que transcurre nuestra vida, va cambiando la estructura de la matriz extra celular, y a partir de los 40 años se observa que la elasticidad y el colágeno empiezan a disminuir. Por tanto, el modo de vida y nuestros hábitos son fundamentales para mantener una buena salud. Sin embargo, no solamente hemos de considerar como toxinas a las substancias químicas, sino también las emociones y pensamientos debemos considerarlos como psicotoxinas. Si emocionalmente nos encontramos mal, se producirán cambios bioquímicos que afectarán a nuestro equilibrio.

Resumiendo, las acciones básicas del mesénquima son la nutrición, la reparación y defensa de los tejidos a través de los vasos sanguíneos y linfáticos; y el sistema básico de Pischinger es la función dinámica más importante que mantiene la salud y la homeostasis del organismo. Cada célula del organismo, para su correcto funcionamiento, depende enteramente de la mesénquima, ya que en él se realiza la nutrición molecular, la desintoxicación, se recibe el oxígeno y se transmite la información del sistema nervioso.

¿Qué produce intoxicación?

El origen se encuentra casi siempre en la alimentación, en lo que ingerimos y lo que bebemos. Y en segundo lugar en la autointoxicación intestinal, ya que la falta de regularidad en las deposiciones, hace que los residuos tóxicos producidos por la degradación de los alimentos, en especial, de las proteínas animales, sean reabsorbidos por el organismo produciendo una autointoxicación.

Y luego, la contaminación de la mesénquima también nos lleva a considerar la contaminación ambiental producida por los aparatos eléctricos y electrónicos, microondas, teléfonos móviles, etc. ya que todos ellos generan campos electromagnéticos sobre nuestras células y en la contaminación producida por pensamientos y emociones.

El organismo ha creado un sistema para eliminar correctamente las toxinas y es el péndulo denominado ácido-alcalino, que produce unas transformaciones del PH del S.B.P., posibilitando 12 horas al día de limpieza/eliminación y 12 horas de acumulación.
Entre las 3 de mañana y las tres de la tarde, el organismo libera toxinas, y a partir de la tres de la tarde el cuerpo acumula atravesando un periodo de acumulación de sustancias dentro del S.B.P. Mediante este flujo del péndulo ácido-alcalino, el cuerpo pone en funcionamiento su mecanismo de autorregulación.

Proceso de enfermedad

Toda sustancia tóxica que no logramos eliminar de nuestro organismo, se vuelve parte de nuestro sistema sobrecargando nuestros sistemas de desintoxicación y produce un “empantanamiento”. Es como si en una pecera (el cuerpo), llena de peces (las células), el agua estuviera totalmente sucia (S.B.P.), porque no se la cambiamos puntualmente, ni la limpiamos con un filtro (sistemas de desintoxicación: intestino, riñón, piel, etc).

De la misma manera que limpiamos nuestra casa o nuestro coche periódicamente, nuestro cuerpo también se ensucia y es necesario sanearlo. Hipócrates ya insistía mucho en que la salud depende de la calidad de nuestros humores o fluidos, por eso la limpieza de la sangre y de los órganos de eliminación ayudan a mantener un buen estado de salud orgánica.

Solamente después de eliminar los residuos tóxicos de nuestro “ambiente interior”, podrán actuar las fuerzas autocurativas, los sistemas de regulación y el control de la salud.

Ya hemos visto que todos los humores del cuerpo están en permanente intercambio dentro del S.B.P.. Este sistema de regulación se encuentra en todo el organismo y en contacto constante con todos los sistemas orgánicos. Por tanto, estos humores necesitan una limpieza permanente que se realiza a través de los grandes sistemas de eliminación y desintoxicación, denominados “emuntorios”: hígado, intestino grueso, riñones, piel, sistema linfático. Según las investigaciones del Dr. Reckeweg, el organismo se encarga de eliminar normalmente las toxinas, pero muchas veces no puede con ellas, porque son muy poderosas o porque no tiene suficiente fuerza vital o porque el cuerpo se encuentra sobrecargado. Si no logra dominar la situación a través de emuntorios, entonces intentará deshacerse a través de la combustión de toxinas, generando aumento de calor en tejido sanguíneo.

Si estas dos primeras etapas donde el cuerpo intenta restablecer el orden (eliminación de residuos a través órganos eliminatorios y combustión toxinas) resultan insuficientes, aparece la fase de acumulación o formación de depósitos de toxinas, en un intento defensivo de que no se distribuyan por el resto del cuerpo afectando a cualquier otro órgano.

Cuando el cuerpo fracasa también en esa etapa, las toxinas pasan al interior de las células. Comienza a alterarse el funcionamiento y metabolismo celular, dando origen a fases más toxicas que se manifiestan como alteraciones funcionales, aun no alteran la estructura pero si el funcionamiento celular.

Más adelante, ya dentro de las células, las toxinas realizan una reacción de tipo degenerativo y finalmente, esa situación degenerativa mantenida en el tiempo da lugar a neo formaciones con crecimiento y comportamiento celular aberrante, como en el cáncer. De aquí la tremenda importancia de ayudar a los sistemas principales de desintoxicación, porque de ellos depende la limpieza del organismo, pues si no realizan su función satisfactoriamente, todo nuestro organismo se convertirá en un basurero “biológico”.

Herramientas que ayudan la desintoxicación

Ayuno
Cambio alimentario
Terapia colónica
Enemas o bastis
Laxantes o virechanas
Limpieza hepática
Baños de vapor húmedos o secos
Desintoxicación iónica
Terapia con ozono

Conclusiones Finales

Todos los adultos, después de los 40 años, si hemos tenido buenos hábitos de vida, necesitamos periódicamente (cada 6 meses o cada año) una limpieza o drenaje del organismo. Esta práctica constituye una clave maestra en el mantenimiento de una buena salud.